Los origines de la Fundacion para el Bienestar del Niño (FUNPABINI)  se hallan en el trabajo de un grupo de mujeres, que viendo la necesidad de niños-niñas de escasos recursos económicos con serios problemas de salud que exigían tratamientos muy costosos y que al hacer los padres las conexiones en forma particular encontraban grandes dificultades.

Un generoso grupo de personas decidió sacar adelante una entidad de protección para niños-niñas, ésta sin ánimo de lucro y en forma voluntaria se reúnen por primera vez el 15 de Marzo de 1982, conformando una junta y presentando la filosofía de intención y manejo de la entidad a crear decidieron llamarla FUNDACIÓN PARA EL BIENESTAR DEL NIÑO; se dieron a conocer los estatutos que debían regir la organización con un claro y fundamental objetivo (prestación de un servicio público al bienestar de la familia). La Junta Central de la Fundación quedó conformada por: Luz Elena Mejía Osorio, Cecilia López Mejía, Fabiola Botero López, Libia María Valencia, María Moreno de García, Cielo Baena de Jaramillo y Ángela María Arbeláez

Se inicia entonces el trabajo arduo y comprometido de este grupo de personas que a su vez gestionaban a nivel Departamental y Nacional, la consecución de un terreno para una construcción donde se pudiera brindar ayuda preventiva en aspectos recreativos inicialmente a los niños y niñas, pues en ese entonces el Municipio no contaba con zonas recreativas dotadas y acondicionadas debidamente para el desarrollo integral de la población infantil; Así mismo durante este período de formación de la Fundación, se fue gestionando la colaboración y apoyo para la atención a las difíciles situaciones de niños y niñas como: Operación quirúrgica del corazón, exámenes a niños especiales, entre otros; Para todo ello se realizaron diferentes actividades como: Rifa de una novillona, rifa de un caballo, adhesión a la caminata solidaridad por Colombia, rifa de un carro y una continua campaña de reciclaje de periódico, vidrio, cartón, hecha directamente desde el almacenamiento hasta su venta en Medellín.

En 1983 se consigue el terreno en una zona abrupta, despoblada y sin vías de acceso.

La gestión de la Fundación no desfallece y es así como ladrillo a ladrillo, fue creciendo pujante desde lo alto este sueño de muchos. Hasta este momento se tenía garantizado el Jardín Infantil Juguetones, la Fundación deja en manos de Fabiola Botero López, la dirección del Jardín y es allí donde la Fundación deja un poco de sí misma, de sus familias que lucharon hombro a hombro y con ellos las personas del Municipio que creyeron en ellos y en sus ideales convertidos en una gran realidad para los niños-niñas futuro de Colombia y fuente inagotable de vida y de paz.

El día 21 de Julio de 1986, se iniciaron labores con 19 niños-niñas y dos jardineras. La planta física contaba ya con dos aulas, un kiosco, una unidad sanitaria y una oficina; no había sillas, usando entonces unos cojines donados por los mismos niños; se trabajaba en una jornada con 19 niños-niñas, los cuales debían llevar lonchera; el trabajo de las jardineras, la directora, la asistente administrativa era voluntario, y al finalizar el año, la Fundación dio un incentivo por valor de $5.000 a cada una de ellas.

 El jardín continúo prestando sus servicios, y los niños hacían una donación de $500 mensuales, a la vez que allí las personas se encargaban de hacerlos sentir felices, salían para sus casas contentos, y cada día con una experiencia nueva que contar y mucho que enseñar. Año tras año este grupo fue creciendo y con ellos la experiencia de muchos, ya que en el jardín no solo se preocupan por los niños-niñas sino también por los padres, siempre están atentos a las necesidades de la familia.

Desde que se empezó a construir la planta física, se empezó a gestionar con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el apoyo que ellos podrían brindar, para atender a los niños-niñas, atendiendo a la política institucional de prevención; Continuamente se obtienen negativas con argumentos muy pobres, por lo que fue necesario recurrir a líderes políticos como el señor Carlos Mario Hoyos, quien en forma inmediata e incondicional, consiguió una cita con la primera dama de la Nación, la señora Carolina de Barco, a quién se le presentó un gran material fotográfico de la institución, a la vez que se le expuso el proyecto y fue así como el segundo semestre del año de 1989, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), entró a apoyar económicamente la institución.

 En el año de 1995 de cuarenta cupos que habían, aumentaron a noventa y se tomó la decisión de que debía darse refrigerio simple y almuerzo. En este mismo año, con el programa “ampliación de cobertura”, creado por el gobernador de Antioquia, (Álvaro Uribe V); La Fundación presentó un proyecto para atender a 78 niños-niñas en edad escolar y que en ese momento se encontraban des escolarizados. El proyecto fue aprobado quedando así: 2 pre-escolares con 90 niños-niñas, 78 por el Departamento y 12 por la Fundación.

 Para el año 2001 el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar atiendia 115 niños –niñas bajo la modalidad de “Lactantes y Preescolares”, tres (3) jardineras, una (1) de servicios generales.

El nombre de la institución, se escogió en forma democrática, citando a los padres de familia, para realizar una lista  de nombres, y luego a través del voto general se dio a conocer el nombre elegido: “JUGUETONES”

 Fue un gran motivo de alegría y orgullo para la comunidad, saber que el jardín infantil Juguetones, ofrecería su primera promoción, con un grupo de niños-niñas que terminaban la primera fase de socialización, desarrollo motriz, emocional; Para iniciar el ciclo de educación Básica Primaria, para el que debían iniciar un nuevo proceso de adaptación, con nuevos compañeros, educadores, es decir, enfrentar nuevas experiencias. Pero aquí no termina la institución, sigue su rumbo e inicia otro año más, con otros niños-niñas que quieren experimentar la alegría del jardín, aunque para algunos sería motivo de tristeza y llanto, hasta que por fin logren adaptarse y será entonces su nuevo hogar. 

 Así continuamente la institución ha entregado a la comunidad promociones con un promedio de 70 niños-niñas por promoción. Es así como a través de los diversos programas de la Fundación para el Bienestar del Niño (FUNPABINI) atiende una población heterogénea, brindando una protección integral en los primeros años receptivos de los niños-niñas, para buscarle una acomodación al medio, que sean verdaderamente garantes de una sociedad mejor y forjadores de una convivencia en valores, a través del desarrollo y la comunicación de sus propias vivencias. 

La Fundación para el Bienestar del Niño (FUNPABINI) atiende una población heterogénea, brindando una protección integral en los primeros años receptivos de los niños-niñas, para buscarle una acomodación al medio, que sean verdaderamente garantes de una sociedad mejor y forjadores de una convivencia en valores, a través del desarrollo y la comunicación de sus propias vivencias.